domingo, 18 de enero de 2009

El educando
El educando, el «sujeto que se educa», es en principio el destinatario de las acciones educativas. Cuestión que resulta trascendente es el del rol que se asigna al educando, y que ha pasado de mero receptor pasivo a valorarlo como sujeto activo.

Hoy no se considera como educando exclusivamente al niño o adolescente, sino al hombre a lo largo de toda su vida, porque la capacidad de aprendizaje no es exclusiva de una sola fase del proceso evolutivo. Por consiguiente, entenderemos por educando al sujeto humano de cualquier edad que se halla en situación de educarse.
Aspectos psicológicos
El hombre depende más que cualquier otro ser de la herencia cultural, transmitida a través de la educación. Todo ello es posible, no obstante, porque nuestra genética es flexible y no lleva automáticamente a las conductas, sino que ofrece las bases para materializar distintas opciones conductuales; se trata de una genéticaabierta a las experiencias del medio. Los límites están marcados por lasleyes generales del desarrollo humano, a las cuales habrá que añadir lascaracterísticas propias de cada sujeto.

Por ello al educador le interesa conocer tanto las bases genéticas que posibilitan los aprendizajes como los procesos evolutivos mediante los cuales esos aprendizajes son factibles. Dentro de las posibilidades genéticas se incluyen los comportamientos instintivos resultantes de la adaptación filogenética.

El estudio de los comportamientos instintivos en los animales tienesu iniciación científica con el evolucionismo (Darwin) y su desarrollo conla Etología. Posteriormente empezó a hablarse de Etología humana, la cual se preocupa de conocer cuáles son los comportamientos humanos de origen genético. Tales estudios encuentran serias dificultades para su desarrollo, tanto por la tradicional resistencia de los estudiosos de las ciencias humanas a reconocer las causas biológicas de nuestras conductas, como por los excesos comparativos que a veces se realizan entre la conducta animal y la humana. Ello sin olvidar las dificultades metodológicas, puesto que no es posible emplear la experimentación para comparar los comportamientos humanos con y sin influencia ambiental; hay que recurrir a la observación del comportamiento infantil durante las primeras etapas del desarrollo, a los estudios comparativos entre culturas y a los análisis de comportamientos de sujetos que padecen aislamiento sensorial.

Gracias a los estudios etológicos, hoy se puede hablar con propiedadde comportamientos hereditarios, que suponen patrones de conducta muypoco modificables por los aprendizajes. Tales comportamientos aparecenvinculados a diversos ámbitos:
1. Comportamientos vinculados a la alimentación: balanceo de la cabeza en búsqueda del pecho materno, movimiento de succión.
2. Comportamientos motrices: movimientos rudimentarios de arrastre, nadar, andar, ...
3. Comportamientos de contacto estable con los progenitores: reflejo de prensión manual, risa, llanto...
4. Comportamientos de comunicación no verbal: expresiones corporales de ira, amenaza, saludo, sumisión, ataque, búsqueda de contacto, huida, ...

La Etología es una línea de investigación poco explotada en el terreno educativo. En cambio, en ámbitos como la publicidad de consumo y lapropaganda política se recurre habitualmente a estímulos sensoriales desencadenantes de actitudes de seguridad, bienestar, corporativismo, atracción sexual, etc. Esto justifica que el educador deba conocer los estímulos ambientales que provocan tales predisposiciones conductuales y los desvele a los ojos de los educandos. Objetivo de la educación ha de ser el logro de actuaciones fruto siempre de la reflexión y no de mecanismos inconscientes.

Además de los comportamientos indicados, las bases genéticas determinan ciertas predisposiciones que suponen encadenamientos conductuales más complejos: son los que llevan a explorar el entorno, a imitar a los semejantes y a jugar. Gracias a la conducta exploratoria, el niño conoce el medio ambiente que le rodea. La tendencia natural es la de examinar los objetos y personas desconocidas, a través de procesos motores y lingüísticos. La curiosidad es, pues, una cualidad innata en el ser humano.

La tendencia a repetir las acciones de los demás es el instrumento de que se vale la evolución cultural para transmitir las conductas eficaces para la especie. La imitación, pues, está en la base de la capacidad de aprendizaje.

El juego implica un conjunto organizado de comportamientos que tienen finalidad múltiple: sirven tanto para el desarrollo psicomotriz como para el aprendizaje de posteriores comportamientos adultos.


La ausencia de cualquiera de estas tres características comportamentales será síntoma de trastornos en la personalidad del sujeto, del mismomodo que su desconsideración por parte del educador acarreará problemas de aprendizaje. La curiosidad, la imitación y el juego son las tres bases motivacionales de la educación infantil, hasta que en etapas posteriores aparezcan otras.

Breve panorámica histórica de la psicología del educando

En el siglo XVII, Locke ofrece un nuevo impulso al estudio de la formación de los conocimientos. Concibe la mente del niño cual «tabula rasa», oponiéndose así a las concepciones innatistas, y valora la experiencia como la fuente organizadora del pensamiento. Comenio, con sus etapas evolutivas de seis años y la preocupación por despertar el interés del sujeto educando, constituye otro hito histórico importante.

Tradicionalmente se considera a Rousseau (siglo XVIII) figura clavede la renovación psicopedagógica; su obra El Emilio es el antecedente deun tratado sobre psicología infantil. Su gran aportación fue la consideración de la infancia como una etapa propia, distinta de la adulta, que demandaba conocimiento y tratamiento específicos. La influencia de Rousseau fue notoria sobre pedagogos y psicólogos posteriores: Pestalozzi y Claperéde, entre otros.

Ya en el siglo XIX, aparecen las obras de Herbart, con su Pedagogíaapoyada sobre la Ética y la Psicología, las de Fróebel, Richter, Pestalozziy, especialmente, El alma del niño de Preyer (1882). Este autor establecióla observación de casos como método propio de la psicología evolutivay centró la atención en el mismo proceso de evolución. Más tarde la observación de casos se complementó con los estudios estadísticos (Galton) yel uso de recursos técnicos de registro.

Los estudios sobre la infancia y la adolescencia crearon un movimiento generalizado a favor del niño. Los nuevos conocimientos sobre la psicología infantil fundamentaron las ideas pedagógicas de la Escuela Nueva. Autores como Dewey, Montessori y Decroly realizaron aportaciones en ambos campos, siendo a veces difícil el deslindarlos.

A partir del siglo XX surge un gran diversidad de corrientes y autores. Las teorías del aprendizaje aparecen ligadas a concepciones evolutivas, y cada corriente psicológica se centra en una concepción de la conformación del pensamiento infantil y del hombre en general: el psicoanálisis (Freud), el conductismo (Watson, Skinner), la «Gestalt» (Kóhler, Koffka), la psicología social (Lewin, Bühler, Rogers, Moreno), el estructuralismo (Piaget), etc. tienen figuras y aportaciones decisivas para comprender la evolución psicológica. Las ideas claves de la psicología evolutiva contemporánea sustentan la normativa pedagogía actual.
Evolución de la inteligencia

Hay dos grandes tendencias en la explicación de la conducta humanainteligente y diversos matices en cada una de ellas. Una de ellas parte delprincipio de que existen en el hombre unas categorías previas (espacio,tiempo, forma, causalidad, etc.) que conforman su conocimiento de larealidad; es la teoría innatista. La segunda corriente interpretativa concibe la inteligencia más bien como una adaptación progresiva a la realidad, que permite dominarla y así subsistir; es la teoría constructivista. Piaget ha terciado entre ambas concepciones extremas, cuyos representantes podrían ser, respectivamente, los partidarios de la «gestalt» y los conductistas.
El lenguaje, por el nivel de abstracción que implica, es la manifestación más notoria de la inteligencia humana. Se trata de dominar la realidad a través de signos y símbolos, pero no sólo la realidad concreta, sino también los fenómenos psíquicos y culturales propios del hombre. Y aún habrá que añadir la reflexión que sobre tales fenómenos y el lenguaje mismo es capaz de realizar.

Con anterioridad al dominio del lenguaje, el niño también tiene una capacidad intelectual limitada a la concreción del momento, aunque sin posibilidad de generalización ni de relación. Es lo que comúnmente denominamos inteligencia práctica. Este nivel intelectivo es compartido con los animales superiores, hasta el punto que el niño de edad anterior al año y medio tiene una capacidad inferior a la del chimpancé para resolver tales problemas prácticos. La aparición del lenguaje marca la diferenciación definitiva entre el hombre y el resto de los animales, aunque éstos también tengan capacidad de comunicación sobre el mundo concreto que los rodea.

Desarrollo de la dimensión social
El hombre es un ser sociable y socializado. Esto es, existe en su naturaleza una tendencia a la asociación (estar-con-otro) y a la comunicación (ser para otro), que lo hacen sociable, pero al mismo tiempo está socializado, porque sobre él influyen el conjunto de los procesos sociales que engendran la convivencia con los demás. Estudiar la evolución social del sujeto supone, en definitiva, estudiar su evolución como persona; la dimensión social es imprescindible para la construcción de la personalidad.
El primer contacto del niño con o hacia los demás nace de dos dimensiones importantes. Por una parte el placer o dolor que le produce el contacto con lo que le envuelve y, por otra, la versión hacia el mundo exterior. Esta versión no sólo se manifiesta en su actitud hacia el mundo material, hacia el mundo de las cosas, sino que incluye también el mundo de las personas. Los primeros intentos de comunicación los realiza con la mímica: ríe, llora, patalea, manotea, etc. Se trata del primer año, etapa emocional, cuando se halla en plena simbiosis afectiva con el entorno y la afectividad es dominante, aunque diferenciada ya a partir del medio año.
Hacia los seis años, la entrada en la escolaridad obligatoria coincidecon la superación de la sociabilidad egocéntrica. No es extraño que elniño olvide un tanto a sus seres más inmediatos para ensanchar el círculode sus amistades y relaciones. El niño desea estar con los demás niños,entre quienes se siente colectivamente reforzado, al reforzarse el espíritude grupo; se descubre la comunidad del «nosotros».

Hacia los 8-9 años se puede hablar del «yo polivalente», que menciona Wallon: yo familiar, escolar, de pandilla, de barrio, etc. Los grupos están constituidos pero se producen habitualmente conflictos motivados por las envidias, celos, a la vez que se conforman las primeras divisiones de tareas y funciones. Es la época de las normas de juego y de convivencia, y el momento de las estructuraciones grupales que hacen surgir los líderes. De esta situación no se deduce, sin embargo, que ya sea posible el trabajo en equipo en toda su plenitud. Habrá que superar la barrera de los diez años, cuando menos, para realizar trabajos de grupo que precisen una cierta continuidad; aunque con anterioridad es posible el trabajo en grupo para muchas actividades de prolongación más reducida.

A partir de este momento será progresiva la estabilidad de los miembros dentro de los grupos, en la fase social denominada «de integración». La estabilidad del grupo comporta también la selectividad entre sus miembros; cada sujeto elige grupo y éste, a su vez, elige a sus componentes. Los criterios para esta selección son diversos, según el contexto social y la educación recibida, hasta el punto que pueden aflorar los prejuicios sociales existentes en la comunidad inmediata. La educación tiene aquí un papel importante para evitar tal posibilidad. En cualquier caso, existe una cierta tendencia a unificar los grupos respecto la edad y el sexo; ellíder es encumbrado en función de su capacidad de identificación con elprototipo que pretende lograr el grupo.
CUESTIONARIO: Leer cuidadosamente el texto entregado y luego responder las siguientes preguntas:
1. Mencionar a lo menos tres consecuencias del hecho que hoy el educando haya pasado de mero receptor pasivo a sujeto activo del proceso educativo.
2. “Hoy no se considera como educando exclusivamente al niño o adolescente, sino al hombre a lo largo de toda su vida, porque la capacidad de aprendizaje no es exclusiva de una sola fase del proceso evolutivo. Por consiguiente, entenderemos por educando al sujeto humano de cualquier edad que se halla en situación de educarse.”
¿Cómo se relaciona el párrafo anterior con las declaraciones de Elena de White, en LA EDUCACIÓN, pág. 13?
3. ¿Qué importancia tiene para el educador conocer las bases genéticas que posibilitan los aprendizajes y los procesos evolutivos que hacen factibles esos aprendizajes?
4. ¿Cómo se superan las dificultades metodológicas que se enfrentan en el estudio de los comportamientos humanos? Ver párrafo final, pág. 1
5. Comente la siguiente declaración: “Objetivo de la educación ha de ser el logro de actuaciones fruto siempre de la reflexión y no de mecanismos inconscientes.” Posteriormente, cite ejemplos de su experiencia docente.
6. Identifique actividades en que la curiosidad, la imitación y el juego prestan utilidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
7. ¿Cómo entiende usted la idea de Locke, respecto de concebir la mente del niño cual «tabula rasa»? Ver pág. 3, párrafo 1.
8. Refiérase a las ideas principales que expresa Rousseau (siglo XVIII) en su famosa obra El Emilio. (Ver en Internet)
9. Enumere al menos cinco ideas pedagógicas aportadas por la Escuela Nueva. (ver en Biblioteca Luzuriaga, Lorenzo. (1959) Historia de la Educación y la Pedagogía. Buenos Aires: Editorial Losada, 1959, 3ª edición.
10. Mencione a lo menos dos ideas claves de la psicología evolutiva contemporánea que se hayan incorporado a la pedagogía actual.
11. Construya un paralelo entre los postulados de la teoría innatista y los de la teoría constructivista.
12. Dé argumentos para apoyar la siguiente afirmación: “la dimensión social es imprescindible para la construcción de la personalidad.”

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